Te están llamando

Ven, ven conmigo,
soy Ishvara,
mi cuerpo danza sobre tu tierra fértil;
me cubro de ceniza sagrada para mezclarme con ella
y alcanzar el borde de tu felicidad.
Vuela hasta mí...
Te espero en la enseñanza mística de la noche,
lleno de rocío,
quiero preñarte de conocimiento y de poder,
esponjarte y llenarte de
trascendental rabia.
Eres mi hijo, mi hija, mi amante,
tu sexo se estremece ante mí
y te abres a la experiencia suprema.
Mahamudra es tu camino
el del corazón simple y natural
que ha quemado los conceptos en el fuego de la vida.
Lalita es tu amiga y tu diosa
tu amante fértil,
el Yin indescriptible,
la dulzura soberana.
Me has provocado la sonrisa
y en mi danza
cabalgo el espíritu de tus anhelos,
eres gozo ahora perpetuo.
Olvidas tus desencantos y tus limitaciones,
olvidas tus pretensiones
y te vuelves el hijo, la hija
del Mundo.
Te honro, te reverencio,
beso tus pies preciosos,
brillantes de la sal de tu agua.
Eres el corazón de mi anhelo,
el vino sacramentado de mi venas.
Te Amo!
Te Amo!
¿No me reconoces?
Vivo para amarte.

Carta del Iluminado a una amiga

Esta noche en la meditación te imaginaba en tu casa tan bonita, sintiendote sola; quizá la soledad se te hecha encima, pero no la temás: mirala como una oportunidad para crecer y descubrir. Siempre quedan muchas cosas por descubrir nuevas.
Dedicate a tu interior y disfruta de la compañía de una buena lectura, de un buen documental, o una buena película. Algo que te enseñe cosas nuevas y mueva tus esquemas. Pues los paradigmas deben de cambiar por otros mejores. Así avanzamos.
Y procura disfrutar de las pequeña cosas, los regalos que nos hace el día sin que nos demos cuenta: El detalle de tus amigos, la flor que crece en ese jardín que nunca miras, el sol en tus ojos, el azul del cielo despejado.
Y busca compañía cuando sientas que no lo necesitas, sólo por el placer de disfrutar de lo que el otro te puede enriquecer.
Busca quien sepa más que tú, quien sienta más que tú, quien viva más que tú, quien disfrute más que tú; pues saber, sentir, vivir y disfrutar es contagioso.
El tiempo pasa pero si tu interior sigue en crecimiento seguirás siendo una niña y brotará tu sonrisa como un manantial, no te importará crecer.
Volverás a ser feliz con sencillez.
Volverás a la inocencia pero llena de sabiduría.

Dormido

Parece que un velo me tapa los ojos;
duermo un sueño interminable
y mi niño pregunta cuando despertará.
¿Cuando quedará libre?
Si no me acechara el miedo amaría cada instante;
mi cuerpo y lo que le rodea sería llama de gozo.
Soy peligroso despierto,
por eso me quieren dormido.
No quieren que enseñe a disfrutar a los demás
que descubran la sencillez de la libertad
que ama cada día.
Despierto mis ojos son de fuego
y no acusan la melancolía.
No es fácil identificarme,
ni leerme, ni devorarme.
Sin embargo es necesario para no perder la vida,
para no acabar paseando del brazo de la monotonía y la mediocridad.
Tu inquietud será mi regalo satisfecho de risas.

CQ 24-8-06