martes, 25 de julio de 2006

4. La energética del Amor.

Al poco de conocernos. Un día que estábamos caminando por el borde del mar el Iluminado me hablo así:
- Necesitamos ser amados. Si observamos con ecuanimidad nuestra vida, nos daremos cuenta que recibir la energía del amor incondicional de otro nos llena tanto y nos produce tanta euforia y tanta confianza en nosotros mismos que somos capaces de hacer más de lo que haríamos, llegar más lejos, más alto y mejor. Con el amor incondicional de nuestro lado nos sentimos inquebrantables e invencibles. Tanto que podemos perder la perspectiva y la mesura, y hacer que ,en esa sensación de imbatibilidad, seamos capaces de abandonar a quien nos está dando ese amor.
Por eso el amor es tan adictivo energéticamente. Al principio de cualquier relación se suele generar ese Amor Incondicional y mientras es así florecemos y nos elevamos a las cumbres más altas; tenemos la energía que más necesitamos. Los problemas vienen después cuando debido a nuestra condición material el amor deja de tener ese carácter incondicional y pasa a ser un amor con condiciones; es decir un amor que te dice: No me gusta esto de ti. Eso no te lo consiento. Si haces eso olvídate... Y otras muchas frases...
Si estudiamos con detalle que ocurre en ese preciso momento nos daremos cuenta que al que recibe los reproches y se le priva, aunque sea temporalmente, del Amor Incondicional y le sucede una instantánea reducción de su energía interior, comienza a sentirse chafado, hundido e inmediatamente repliega también su Amor Incondicional retirándolo como un acto reflejo de quien le está hablando. Este hecho es también sentido por el Alma de quien está poniendo condiciones, que inmediatamente nota el vacio de energía, estableciéndose un círculo vicioso muy negativo para la relación que hasta entonces había sido ideal.
El Alma necesita Amor Incondicional como alimento. Cuando no tiene esta energía la ansía. El Místico encuentra ese alimento del Amor incondicional si es cristiano en Jesús, si musulmán en Ala, si jainista en Mahavir, si judío en Adonai, si hindú en Krhisna, Shiva o uno de sus múltiples dioses, si Budista en la Existencia.
Me gusta el Budismo porque es más amplio. Evita hablar de Dios para no limitarlo, tampoco lo personaliza, aunque por la necesidad humana de personalizar ese amor también han creado Deidades o Bodithsavas (Tara en el budismo tibetano por ejemplo).
El budista es un místico que es capaz de encontrar en la Existencia ese Amor Incondicional y la Existencia es la Vida y algo más. Digamos que es la vida y la no vida, vida y muerte, vació y plenitud. El Todo. Realmente Dios sin límites. No un Dios limitado a lo que creemos "bueno".
La Existencia nos ha creado, es la matriz que nos sostiene, nos recrea y nos hace evolucionar. Siempre podemos obtener de ella el Amor Incondicional pues el Amor Incondicional en realidad es el responsable de que existamos.

2 comentarios:

XY51 dijo...

No todo budista es un místico, ni todo místico es budista como bien dices. El problema está precisamente en la necesidad, por que el amor es algo que se tiene, no que se recibe. Como sentimiento es algo propio, nunca álgo que nos pueda ser dado. Aunque se nos dé como tal sentimiento sólo puede ser vivido por el que da y nunca por el que recibe. El error está precisamente en convertirlo en un toma y daca energético. En convertirlo en un intercambio mercantilista, e intentar cosificarlo apropiéndonos del "otro", entonces no amamos, tan sólo poseemos, pero esa es otra cosa.

Carlos Alberto Arenas dijo...

Básicamente estoy de acuerdo con lo que dices a un nivel de amor espirítual, sin embargo si hablamos de amor emocional (pasión, nivel segundo chakra) e incluso mental y psíquico(niveles tercer y cuarto chakra) sí se producen intercambios energéticos entre polaridades y por lo tanto hay atracción y rechazo. El nivel espiritual supera eso.
Muy agudos tus comentarios.
Gracias!